Las barajas de póquer pueden variar, pero en las variantes más populares del juego se utilizan tres tipos de barajas, con la única diferencia del número de cartas.
36 cartas – la baraja tiene 36 cartas, con nueve cartas del 6 al as de cada palo. Dado que esta baraja es diferente de la baraja “clásica” de 52 cartas, también se alteran algunos aspectos matemáticos del juego, lo que lleva a una divergencia de la clasificación clásica de las manos: una escalera es más fuerte que un full. Esto es algo que hay que tener en cuenta al jugar con la baraja de 36 cartas.
52 cartas – la baraja más utilizada, con cartas del 2 al as. La mayoría de las guías y estrategias de póquer implican que se juegue con esta baraja.
54 cartas – la clásica baraja de 52 cartas con la adición de dos Jokers. El Joker puede hacer el papel de cualquier carta y vencer a cualquier carta. En algunas variantes del póker, aparece una nueva mano poderosa – se llama “póker” y consiste en cartas de valor similar. Pero como sólo hay cuatro palos, lo que significa que sólo puede haber cuatro cartas del mismo valor, el comodín sustituye a la quinta carta. Esta mano supera incluso a la escalera real, que es la mano más fuerte posible en las variantes clásicas del póquer.
Independientemente del número de cartas, sus designaciones son similares en todas las salas y barajas de póquer. 2-3-4-5-6-7-8-9-J-Q-K-A, siendo el 10 la única excepción. A veces se escribe “10”, y otras veces “T”, que es la abreviatura de “ten”. Algunos creen que el “10” destaca porque es la única carta con dos cifras en su designación, lo que muchos jugadores consideran extraño.